La boda se celebró en Los Ángeles (será por eso que me gusta tanto) y los novios diseñaron cantidad de detalles hechos a mano que ayudaron, además de decorar cada rincón que da gusto, a contar un pedacito de su historia a los invitados.
A una paleta de colores neutros por excelencia, se une un rojo burdeos que está presente en los looks de novios, damas de honor y padrinos y le da un toque divertido a los detalles.
Lo que más me ha gustado es que en vez de una boda parece una gran fiesta!!! La comida, las risas, los juegos y la música no faltaron.
De nuevo una mesa informal, con cubiertos desechables!!! Y presentados dentro de una bolsita de rayas craft... Lo que os decía! Una gran fiesta!
¿Qué os ha parecido esta boda nada tradicional?
Nos vemos el jueves que viene con una nueva boda real que
os va a encantar!
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