¡Madre del amor hermoso! ¿Y para qué tanto botes? estaréis pensando. Pues mirad, tanto la ceremonia, como el rincón de bienvenida, como los centros de mesa, el seating y otros tantos rinconcitos mágicos de esta boda estaban repletos de tarros con su puntilla y su cordel, y combinando velas, flores en tonos pastel y mi querida paniculata. A medida que iban pasando las horas, el día oscureció y no sabéis lo bonito se veía todo con el toque de las velitas en los tarritos!
Ahora esos casi 200 botes llenan una estantería entera de nuestro almacén (al lado de las jaulas, maletas viejas y otros tantos objetos de nuestras decoraciones) esperando a ver la luz muy prontito :).
Así que, como cada domingo, en vez de atender mis labores de casa o embobarme delante de la televisión, prefiero pasarse horas y horas, y de blog en blog, buscando tutoriales y DIY que os puedan gustar. Y en esta labor de búsqueda incesante con mi amigo Pinterest como aliado, he tropezado con este "paso a paso". ¡Adivinad de qué va: botes de cristal, puntilla y cordel! Qué casualidad! A mi me ha encantado.
¿Qué necesitamos?
- Tarros y botes reciclados
- Encaje
- Cordel
- Tijeras
- Pistola de silicona o pegamento resistente
¿Cómo lo hacemos?
Vía |
Corta una tira de encaje y con la ayuda de la pistola de silicona, pégala alrededor del bote.
Corta un trozo de cuerda y átala al bote. Termina con un lazo, así os quedará más mono. O haz como en el ejemplo, que han dejado suficiente cordel para colgar el bote. Asegúrate de que quede bien fuerte el nudo.
Y ya, por último, ponle flores o velitas.
¿Qué os ha parecido el DIY? ¿Os animáis a hacerlo?
Nos vemos el jueves con una boda llena de inspiración!